La deducción por rendimientos irregulares es una bonificación fiscal que se aplica a los rendimientos obtenidos de forma irregular. Esta deducción permite reducir la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), lo que se traduce en un menor pago de impuestos.
Se consideran rendimientos irregulares aquellos que no se perciben de forma regular a lo largo del tiempo, sino que se obtienen de forma extraordinaria o esporádica. Algunos ejemplos son:
Premios de lotería o juegos de azar: como premio en juegos de azar, apuestas, loterías, rifas, concursos...
Indemnizaciones por despido: por la extinción de un contrato de trabajo por voluntad del empresario.
Prestaciones extraordinarias de jubilación: de una sola vez al jubilarse.
Ganancias por venta de inmuebles: obtenidos por la venta de un inmueble, siempre que no se trate de la actividad habitual del contribuyente.
Rendimientos de actividades profesionales: por el ejercicio de una profesión liberal, como abogados, médicos, arquitectos...
Cómo se calcula
Se aplica sobre el rendimiento íntegro de los rendimientos irregulares. El porcentaje de deducción es del 30 %, lo que significa que se puede reducir la base imponible en un 30 % del importe total de los rendimientos irregulares.
Aplicación en la Renta
Para aplicar la deducción por rendimientos irregulares en la declaración de la Renta, hay que seguir estos pasos:
Identificar los rendimientos irregulares: determinar cuáles de los ingresos obtenidos durante el 2023 se consideran rendimientos irregulares.
Calcular el rendimiento íntegro: sumar los ingresos por los rendimientos irregulares.
Aplicar la deducción del 30 %: multiplicar el rendimiento íntegro por el 30 % para obtener el importe a deducir.
Restar la deducción de la base imponible: restar el importe de la deducción de la base imponible general del IRPF.
Por ejemplo: ingresaste un premio de lotería de 10.000 euros en el año 2023. Este premio se considera un rendimiento irregular. Por lo tanto:
Rendimiento íntegro = 10.000 €
Deducción (30 %) = 10.000 € x 30 % = 3.000 €
Base imponible: 10.000 € - 3.000 euros = 7.000 €
Podrías reducir la base imponible en 3.000 euros gracias a la deducción por rendimientos irregulares.